Cuando Lorién sintió la electricidad corriendo a través de su cuerpo y oyó voces en la distancia, supo que si despertaba, su vida no volvería a ser igual. Sus amigos y él se habían convertido en números, como los sueños que intentaron cumplir y las veces que quisieron recuperar una amistad que un simple descuido podría terminar de arruinar. Cada uno tiene sus versiones diferentes de lo que sucedió antes de ese día, y afrontan las consecuencias a su manera, secuelas físicas y psicológicas que les marcarían de por vida y que pondrán a prueba su fuerza de voluntad, su manera de entender el mundo y su relación.