Camino de perfección (Pasión mística) es, sin duda, la novela más representativa de la generación del 98. En ella se dan todas las actitudes fundamentales, las repulsas y aficiones, los ingredientes ideológicos del famoso grupo literario. Por curiosa paradoja es Baroja, negador empecinado de la existencia de la generación, quién nos proporciona la novela clave del 98. Baroja exalta la evasión, el vagabundaje, y realiza la descripción sentimental intimista, intrahistórica del paisaje castellano