El cava es, junto al champán, el más distinguido de los vinos espumosos. Su explosivo descorche, su espumoso escanciado y los delicados hilos de burbujas que suben a las superficies de las copas otorgan al momento de su bebida un tono festivo. En este libro, presentamos, además del cava, los afrutados vinos blancos y los equilibrados tintos, resultado de la combinación de las uvas merlot, cabernet-sauvignon, ull de llebre o tempranillo y garnacha, entre otras. Todas ellas constituyen uno de los patrimonios más seguros de la industria vinícola catalana.