Hashi y Kiku fueron abandonados por sus madres en las taquillas de una estación de tren. A Kiku lo encontraron porque el calor le hizo gritar. A Hashi, porque el calor le hizo heder. Y eso marcó el rumbo de sus vidas.
Hashi busca un sonido , el latido del corazón de su madre. Huye de la casa de sus padres adoptivos y se instala en el Toxicentro, el paraíso delos proscritos . Se pinta las uñas de verde, y entre cliente y cliente recibe lecciones de canto. Hasta que un coche negro aparece en El Mercado, el lugar donde todo se vende, y de él baja D, el cazatalentos. Bajo la piel fresca de Hashi halla la voz más hipnótica que encontró jamás. «Haré de ti una estrella, niño», asegura. Contrata a un detective para que busque a la madre de Hashi. El encuentro será en un programa en directo de televisión.