Cuando el joven estudiante Antonio de Castros decidió desentrañar el misterio que rodeaba al extraño erudito con el que se topó en la biblioteca de la universidad de Granada, poco podía imaginarse la aventura en la que se iba a ver envuelto. Las ruinas de la Granada nazarí sirven de decorado para un historia que se desarrolla en una España donde el tiempo parece haberse detenido en la Edad Media. Los secretos de la alquimia y la fascinante búsqueda de la piedra filosofal; las intrigas del temible libertino don Ambrosio de Loxa; el amor por la bella Inés y lo lóbregos calabozos de la Inquisición son los ejes centrales de este relato, con el que Washington Irving se situó en la estela de la novela gótica y inició su peculiar recreación literaria de una ciudad a la que contribuyó a dar fama universal.