Madame de Rosalba, Saudade, el niño azul, Mimí Patatá y sus twins, el Príncipe de Gales, Myrto-Myrta, el fakir, la rata que pesa cincuenta kilos, el toro de apartamento... Escrita en 1928, Crevel recurre a la magia, a la fantasía; crea personajes que aparecen de pronto y se desvanecen en la página siguiente. Y el lector, sorprendido, se ve envuelto en un mundo onírico, fascinante, absurdo, «surreal» en suma.