José Arpa Perea es, sin duda, uno de los pintores sevillanos más interesantes de finales del siglo xix y la primera mitad del siglo xx. Nacido en Carmona en 1858, desarrolló su actividad pictórica entre Roma, Sevilla, Marruecos, México y Estados Unidos, regresando a su tierra en los últimos años de su vida donde fallecerá en 1952. Aspectos como el carácter renovador de su arte, la versatilidad de su estilo, su predilección por el paisaje o su pasión por la luz y el color unidos a lo itinerante y prolífico de su obra darán como resultado uno de los más admirables catálogos de la pintura contemporánea hispalense. La falta de trabajos en relación a la figura de Arpa, con algunas excepciones tales como el catálogo fruto de la exposición monográfica José Arpa Perea, inaugurada en Sevilla en enero de 1998 bajo el amparo de la Fundación El Monte y el comisariado de Juan Fernández Lacomba y Francisco Javier Rodríguez Barberán, hacían necesaria la profundización en la trayectoria artística del pintor. La investigación llevada a cabo sobre su personalidad artística a través del análisis bibliográfico, documental, así como el estudio de su obra en España, México y Texas, ha permitido profundizar y poner en valor la figura de un artista insuficientemente apreciado en el panorama artístico nacional y provincial a la par que enfatizar en sus principios estéticos e innovaciones estilísticas.