La intención de Maulana Rahmatullah en este libro -cuyo título original es Izhar ul-Haqq– es en primer lugar demostrar que la Biblia no puede de ninguna manera ser considerada una revelación directa. Esto lo consigue muy eficazmente empleando su conocimiento y dominio de las escrituras judías y cristianas para probar fuera de toda duda que la forma original de los Libros Antiguos y Nuevo Testamento ha sido hasta de dejarlos casi irreconocibles. Su obra es aún más notable a la luz de posteriores trabajos de expertos judíos y cristianos y de los diversos descubrimientos hechos en este campo, los cuales apoyan unánimemente la tesis de Rahmatullah Kairanvi.